Material resistente: El empaque suele estar hecho de materiales duraderos que puedan contener la hamburguesa sin romperse ni deformarse fácilmente.
Tamaño adecuado: Debe ser lo suficientemente grande como para contener la hamburguesa y todos sus ingredientes sin aplastarla, pero lo suficientemente ajustado para mantenerla en su lugar y evitar que se deslice o se salgan los ingredientes.